CARTA DE RESPUESTA AL ESCRITO ENVIADO POR LA MINGA A LOS CIUDADANOS DE CALI.
Señores Indígenas.
Habiendo recibido la carta dónde agradecen por su estadía en nuestra ciudad, nos sentimos en la obligación moral como ciudadanos de responder de manera atenta y respetuosa, pero con toda la honestidad que representa al pueblo caleño.
La historia no dirá que ustedes vinieron a apoyarnos y mostrarnos su afecto, la historia dirá que ustedes llegaron hasta nuestra ciudad a imponer su ley, a secuestrarnos, a invadir nuestros hogares, a llenar de temor a nuestros niños y ancianos, a crear desorden y ante todo, a generar violencia.
La historia también dará cuenta de muchas personas que perdieron su vida en los centros de salud de nuestra ciudad debido a los bloqueos indiscriminados que impidieron el paso oportuno de personal médico y medicamentos (necesarios para la atención de estas personas). Del mismo modo, miles de familias no olvidaran el hambre y la miseria en la que nos sumieron durante su estadía en nuestra ciudad. Tampoco olvidaremos los retenes ilegales que impulsaron y como a muchos de nosotros nos requisaron sistemática e ilegalmente. No se olvidan, aunque menos importantes, los daños materiales causados a nuestro espacio publico, negocios y vehículos.
No podemos entender aún la razón de traer su lucha a Cali. Estamos seguros que si algún ciudadano caleño se atreviera a querer imponer sus normas en sus “territorios ancestrales” sería castigado duramente por sus normas anacrónicas y salvajes.
De todas las crisis, por supuesto, queda algo positivo. En este caso, los caleños y todos los colombianos, pudimos comprobar la desconexión evidente entre lo que dicen ser y lo que son realmente. Nos sorprendimos de conocer los lujosos vehículos en los que se desplazan, las grandes sumas de dinero que están dispuestos a gastar en alcohol y alimentos, así como las poderosas armas de fuego que acompañan a varios de sus integrantes, armas que por supuesto, también se usaron en contra de la población civil.
Queda absoluta claridad entonces, que ustedes hace rato perdieron sus costumbres ancestrales de las que tanto hacen gala ante organizacionales internacionales. En la actualidad ustedes no son más que un grupo más de narcotraficantes alineados con intereses oscuros que no buscan más que desestabilizar nuestra institucionalidad y generar más caos en una sociedad ya dividida.
Agradeciendo su atención
Ciudadanos de Cali.
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